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Solemnidad de la Virgen de Montserrat (27 de abril de 2025)

Homilía deL P. Manel Gasch i Hurios, Abad de Montserrat (27 de abril de 2025)

Hechos de los Apóstoles 1:12-14 / Efesios 1:3-6.11-12 / Lucas 1:39-47

 

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy nos decís con vuestra presencia aquí en Montserrat que hay una obra de Dios que nadie puede deshacer, que no es una obra material, sino espiritual por la que podemos repetir con toda convicción las palabras de San Pablo a los cristianos de Corinto: ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? porque el templo de Dios es sagrado, y este templo sois vosotros. (1 Co 3,16-17)

Hoy hemos convertido el exterior de las plazas del santuario en esta gran asamblea que mira directamente la venerada imagen de Santa María de Montserrat, memoria de Jesucristo y de su Evangelio.

Al afirmar que esta obra de Dios sois vosotros, los peregrinos, nos damos cuenta de que cuando Verdaguer escribió en el Virolai que Montserrat era nuestro Sinaí, el poeta se convirtió en profeta porque, mirando el pasado, adivinó también el futuro.

El Sinaí es el lugar donde el pueblo del Antiguo Testamento se encuentra con Dios, es el lugar de su Revelación, sin mérito nuestro, de nadie de nosotros, porque Él lo ha escogido.

Y sí, como antes, hoy, el Señor viene a encontrar a sus hijos e hijas queridos en esta montaña.

Es muy fuerte decir que aquí Dios se hace evidente de esta forma, pero no podemos negarlo. Aquí Él habla en el corazón de sus fieles. Si de algo podemos ser testigos los monjes, custodios de esta casa durante mil años es de eso.

Nuestro Sinaí es cristiano. Tiene en Jesucristo la revelación definitiva de Dios Padre, que nos habla por el Espíritu Santo y en Montserrat es María la que nos enseña a Cristo niño, sentado en su regazo. Ella nos repite aquella palabra que escuchamos al Papa Francisco, que en paz descanse, en octubre del 2023, cuando recibió nuestra Cofradía: “Haga todo lo que ella os diga”.

Por eso peregrinamos buscando un fundamento sólido y auténtico para nuestras vidas, sabiendo que Santa María nos ofrece a su hijo Jesucristo.

Montserrat es la fuente

Sólo reconociendo esta dimensión de ser como el Sinaí, el lugar donde Dios habla en el corazón de su pueblo, le reconocemos que haya querido hacer de Santa María su fuente, “mística fuente del agua de la vida”, como le cantamos todavía en el Virolai. Esta fuente que mana dones y virtudes en el corazón de Cataluña, de la Iglesia y del mundo.

Le decimos que es una fuente porque de una fuente sabemos dónde está. Y aquí la montaña nos señala el lugar, el final de tantos caminos que emprendéis todos vosotros.

De una fuente sabemos que brota agua. Por Santa María, el Señor ha hecho fecundo espiritualmente este santuario. Son testigos los santos quienes han pasado allí: desde Ignacio de Loyola a Juan Pablo II. Y quienes no son santos, como el propio Verdaguer o el venerable obispo Torras i Bages, pero también, Goethe, Humboldt, Schweiz. ¿Qué no ha inspirado a la Virgen María? ¡Cuántas cosas que no sabemos! ¡Cuántos testimonios nos llegan de gente conocida y anónima!

Y a una fuente volvemos cuando el agua que brota es buena para beber, sacia nuestra sed.

La identificación de los peregrinos con María y Isabel

Quienes como peregrinos vuelven a la fuente de Montserrat, viven los hechos del Evangelio de hoy, en una identificación con las dos mujeres que aparecen.

Como María, nos ponemos en camino. Como a ella, Cristo nos acompaña. La peregrinación es condensar nuestra vida para ver todo su sentido. La intención de María al visitar Isabel era ayudarla. Es un buen propósito para cualquiera de nosotros: ayudar. Somos necesarios en el mundo, especialmente para los pobres, para los desvalidos, para los tristes, para todos aquellos a los que esta sociedad ha dejado al margen y quizás ya no puedan salir con las propias fuerzas. Hay mil causas en las que nuestra acción es útil y necesaria. Nunca podremos separar nuestra fe de nuestra caridad.

En el evangelio de hoy, nos identificamos también con Isabel, la que necesita ayuda, la que reconoce la desproporción de que la Madre de su Señor venga a visitarla. El agua de esta fuente que es María, sacia nuestra sed porque al final, cuando estamos aquí nos sentimos reconfortados por su fe, por su presencia. Ella une a los discípulos, acompañándolos en su oración, nos ha dicho el Evangelio. La vocación de Montserrat es acompañar a nuestro pueblo y a todos los peregrinos en la oración, a ejemplo de la Virgen. Porque, sencillamente, la necesitamos.

Con su nombre comienza nuestra historia

“Con su nombre comienza nuestra historia”. Antes de decir que Montserrat era nuestro Sinaí, el Virolai nos hace cantar que, con el nombre de María, la Rosa de Abril, empieza nuestra historia. La devoción a la Virgen María se funde con los orígenes de Cataluña. La dotación de la Iglesia de Ripoll, en 881, ya habla de unas capillas en esta montaña. Los mil años del monasterio de Montserrat, fundado al abrigo de la capilla dedicada a Santa María representa la estabilidad en esta tierra, en la fe cristiana, en la Regla de San Benito, de la que hemos querido sintetizar su mensaje en este Ora, labora, lege, rege te ipsum in comunitate, que tiene indicado en el edificio de Nuestra Señora, detrás de vosotros.

También han sido mil años de estabilidad en nuestra cultura catalana, a la que hemos acompañado en todas las circunstancias de su historia y expresiones, muy notablemente en la evolución de su lengua. Si estas plazas son siempre un poco la Plaza Mayor de Cataluña, aún lo han sido más durante el milenario del monasterio.

“Con vuestro nombre comienza nuestra historia y es Montserrat nuestro Sinaí”, el poeta nos hace mirar al pasado y al presente, pero también al futuro.

Damos gracias por el privilegio que ha tenido la comunidad de monjes de ser custodios de este santuario y le pedimos a Dios la fuerza y las vocaciones para poder continuar nuestro servicio.

Damos gracias porque todos vosotros hoy nos confirmáis esta devoción a la Moreneta y nos confirmáis que la obra que Dios hace aquí nadie la puede deshacer porque queda en el corazón de cada uno, y sabemos que continuará así, porque el cristianismo estará presente en nuestra tierra, si no lo es en cantidad o será en calidad, pues tal como está escrito en la fachada que todos podéis ver, en las palabras de Torras i Bages, Cataluña será cristiana o no será, y lo será por el bien que Jesucristo es para todos sus hombres y mujeres, jóvenes y niños, le conozcan o no.

Que Dios siga haciendo de Montserrat una antena de salvación, una fuente de la que brota el evangelio para todo el mundo.

 

 

Última actualització: 29 abril 2025