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Dedicación de la Basílica de Letrán (9 noviembre 2025)

Homilía del P. Lluís Planas, monje de Montserrat (9 de noviembre de 2025)

Ezequiel 47:1-2.8-9.12 / 1 Corintios 9b-11.16-17 / Juan 2:13-22

Hoy, rompiendo el ritmo de las lecturas de los Domingos, la iglesia nos propone que celebremos la dedicación de la catedral de San Juan de Letrán. En la iglesia catedral que podemos encontrar en todas las diócesis del mundo es, sobre todo, donde el obispo de cada diócesis, como buen pastor, transmite a sus ovejas la enseñanza que él considera más oportuna por el alimento espiritual de sus fieles diocesanos. La catedral del obispo de Roma no es el Vaticano sino la Basílica de San Juan de Letrán. Es símbolo de la autoridad y el magisterio de Pedro y sus sucesores, los Papas que con su enseñanza, ejercen el liderazgo espiritual de la Iglesia Católica. Aquí tiene su origen la expresión “ex cathedra”, porque cuando el Papa habla a todos los católicos desde su cátedra, es decir, desde esta basílica de San Juan de Letrán, practica su oficio de pastor y maestro en virtud de su autoridad apostólica. Esto no quiere decir que cada vez que el Papa hable, todo sea dogma, cómo la expresión “ex catedra” puede sugerirnos.

Hace 30 días, con fecha del 9 de octubre, el obispo de Roma, el Papa León XIV, nos envió una exhortación apostólica a todos los creyentes. De hecho, este documento, como nos hace saber el Papa León, empezó a escribirlo el Papa Francisco y él ha añadido algunas reflexiones personales. En latín se conoce este documento con las primeras palabras del documento “dilexit te” que traducimos por “te he amado”. Quisiera invitar a leer este documento que nos exhorta a tener una mayor sensibilidad hacia los más pobres. Nos dice: «hemos admirado la forma en que Jesús se identifica «con los más pequeños de la sociedad» y cómo su amor, entregado hasta el final, muestra la dignidad de cada ser humano, sobre todo cuando es más débil, miserable y sufriente. Porque «todos los cristianos puedan percibir la conexión fuerte que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres».

En este documento, más adelante nos dice: “La condición de los pobres representa un grito que, en la historia de la humanidad, interpela constantemente nuestra vida, nuestras sociedades, los sistemas políticos y económicos y, especialmente, la Iglesia. En el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes y, por tanto, el mismo sufrimiento de Cristo. Al mismo tiempo, deberíamos hablar quizás más correctamente de los numerosos rostros de los pobres y de la pobreza… aquellos que carecen de medios de apoyo material, la pobreza de quien está marginado socialmente y no tiene instrumentos para dar voz a su dignidad y a sus capacidades, la pobreza moral y espiritual, la pobreza cultural, la del que se encuentra en una condición de debilidad o fragilidad personal. Un abanico de realidades a las que debemos estar atentos.

El texto va más allá y nos propone el camino para ir más a fondo: nos presenta cómo Dios opta por los pobres. El documento nos recuerda que «Dios es misericordioso y su proyecto de amor… se extiende y se realiza en la historia», tal y como se hace evidente en la Biblia y se fija, sobre todo, cómo Jesús estuvo atento a las necesidades de quienes encontraba en el camino y cómo enseñaba a hacerlo a sus discípulos. Dado este paso con detalle, el documento nos invita a quienes somos y nos sentimos Iglesia a «reconocer en los pobres y en quienes sufren, la imagen de su fundador pobre y sufriente» y esforzándonos «en aliviar la pobreza» y así servir a Cristo. Así se ha entendido también a lo largo de la historia de la Iglesia. Para mí es especialmente emotivo cuando dedica un recuerdo a «la vida monástica, nacida en el silencio de los desiertos, que fue desde sus inicios un testimonio de solidaridad». Y da voz a San Basilio el Grande que, «en su Regla, no veía ninguna contradicción entre la vida de oración y recogimiento de los monjes y la acción en favor de los pobres» Y San Benito que en su Regla recuerda literalmente: «Que se muestre la máxima solicitud en la acogida de los pobres y de los peregrinos, porque en ellos se acoge más a Cristo. A lo largo de la historia de la Iglesia existen muchos ejemplos de hombres y mujeres con esta sensibilidad y que el documento papal menciona.

Hoy esa atención por los más pobres todavía está vigente. Porque hay estructuras que generan desigualdad… es necesaria una conversión personal y comunitaria. Un tema como éste, en nuestra sociedad, debería tener mucha más relevancia. A las dificultades económicas podemos añadir actualmente otra pobreza: como las enfermedades mentales, que impiden a muchas personas poder relacionarse con su entorno con sentido común y al mismo tiempo convivir solidariamente. También hay que decir que, ante la pobreza, hay quien se levanta para hacerle frente: la gran colecta de alimentos que se hace hoy es un ejemplo.

La lectura que hemos escuchado de San Pablo a los cristianos de Corinto nos ha hecho unas oraciones unas preguntas que debemos aprender a responder: «¿No sabéis que sois un templo de Dios y que el Espíritu habita en vosotros? Si alguien profana el templo de Dios, Dios le pedirá cuenta, porque el templo de Dios es sagrado, y este templo sois vosotros» Desde esta perspectiva debemos darnos cuenta de que el templo lo somos todos. Hasta los más débiles. Y Pablo dirá a los de Corinto que, precisamente a los más indigentes, materiales, mentales, culturales hay que tratarlos con más honor (1Co 12, 22-26). Este honor es absolutamente contrario a los prejuicios que se proclaman en la sociedad civil hacia los más desamparados, como los inmigrantes, los sin hogar, quienes hacen colas en los comedores sociales.

Quizás nos incomoda oír esto. Pero creo que podemos recurrir a la primera palabra que aparece en el documento papal «dilexit te» «te he amado». Cuando ruegas, escucha en tu interior estas palabras que son tu experiencia. Ruega por quienes más necesitan oírlas. Ellos quizás no pueden hacerlo y tú, al menos, puedes hacer que ésta sea una limosna para ellos: que se sientan queridos y reconocidos.

 

 

 

Última actualització: 12 noviembre 2025