He aquí una perla preciosa del texto de hoy: «Ya que habéis purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad hasta amaros unos a otros como hermanos, amaos de corazón unos a otros con una entrega total». Yo no sé si siempre tenemos presente que la verdad está en el amor. Pero ciertamente que el que ama ve y vive con una intensidad que llena de sentido la propia vida. Para que sea así, ¿qué falta a tu amor?
Señor, muéstrame el camino del verdadero amor.