Si leemos el texto de Isaías, sus palabras nos evocan la figura de Juan; por ejemplo, cuando dice: «El Señor me llamó desde el vientre materno, de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, … «Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré». Podríamos encontrar muchas más. ¿Qué nos impresiona más de la figura de Juan Bautista? ¿Tú desearías vivir de manera semejante, con la fuerza y la misión de su espíritu?
Señor, que, como Juan, yo sea un instrumento para anunciar tu don.