Scroll Top

9 de julio de 2020 – Jueves de la XIV semana

Oseas 11:1-4.8c-9

La imagen que nos propone el profeta es la del padre que se acerca para corregir a su hijo, y procura hacerlo con cuidado y ternura, pero el hijo se aleja. Esto le duele. Lo dice así: «Mi corazón, está perturbado, se conmueven las entrañas». Hasta aquí transmite unos sentimientos muy humanos que nos lo hace cercano y comprensible. Pero si nos quedáramos aquí tendríamos una visión de Dios parcial. El profeta nos anuncia el amor omnipotente de Dios cuando dice: «No actuaré en el ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, y no hombre; santo en medio de vosotros, y no me dejo llevar por la ira». ¿Tú tienes esta visión de Dios? ¿Intentas vivir como nos enseña el amor de Dios?

Señor, que sepa acoger tu santidad dentro de mí