El sacerdocio tiene por misión el de presentarse ante Dios, en nombre de todos, es decir como un mediador, para ofrecerle aquello que pueda tener un significado bastante comprensible que manifieste el deseo de querer reconciliarse, de implorar el perdón, de compensar la ofensa que todos hemos podido hacer al Señor. Pero sólo Jesucristo lo ha podido hacer de una manera plena y definitiva; así lo ha expresado la primera y la última frase de la lectura de hoy: «Cristo es mediador de una alianza nueva, en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza… Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá… para salvar a los que lo esperan».
Señor, lo que has hecho es tan grande, que difícilmente somos capaces de entender la magnitud de Tu generosidad; inflama mi corazón para que sepa reconocer y agradecer Tu don.
Última actualització: 24 julio 2019