En el texto de hoy aparece un personaje que lo encontramos en la recitación de la oración eucarística I, cuando después de la consagración del pan y del vino, el sacerdote dice: “Mira con ojos de bondad esta ofenda y acéptala, como aceptaste … la oblación pura de tu sumo sacerdote Melquisedec”. Esto hace referencia al texto de hoy cuando dice: «Melquisedec… sacó pan y vino. Como era sacerdote del Dios Al-altísimo…» Todo sacerdote cuando presenta una ofrenda a Dios, nunca lo hace únicamente por sí mismo, sino en nombre de todos; tú, cuando ofreces algo a Dios, ¿le das la misma intención que debe tener el sacerdote?
Señor, que mi generosidad tenga amplitud de miras, que como los sacerdotes tenga presentes a todos, especialmente a los que más lo necesitan.