Hay criterios y criterios. Miremos qué nos dice la carta de Juan: «Nosotros somos de Dios. Quien conoce a Dios nos escucha, quien no es de Dios no nos escucha».
Ahora bien, ¿nuestra vida «explica» a la sociedad que amamos a Dios y queremos a nuestros hermanos?
Señor, que siempre sea signo de tu Amor.