En la lectura de la carta a los Hebreos aparece un personaje de nombre Melquisedec que era rey de Salem, sacerdote del Dios altísimo. Nos dice también que: «lo presenta sin padre, sin madre»… «No se menciona el principio de sus días ni el fin de su vida», así el escrito nos quiere hacer ver que Cristo viene a ser un nuevo Melquisedec, sacerdote, del que no conocemos ni su principio ni fin. Cristo es, pues, sacerdote «en fuerza de una vida imperecedera».
Señor, enséñanos a contemplar la historia admirando como tu huella se da a conocer en personajes como Melquisedec.