Las obras, que han tenido un coste total de 450.000€, han consistido en la supresión de las humedades, restaurar y sustituir vigas de madera, eliminar barreras arquitectónicas y reparar balcones en mal estado.
El P. Abad de Montserrat, Josep M. Soler, y el presidente de la Diputación de Barcelona, Marc Castells, han inaugurado la restauración del claustro neorrománico del Monasterio y la reparación del pavimento del atrio de la Basílica de Santa María, unas obras que han sido posibles gracias a la colaboración de la Diputación de Barcelona.
Concretamente, las obras en el claustro neorrománico han consistido en eliminar las humedades de filtración, sustituir o restaurar las vigas de madera en mal estado y afectadas por termitas y reparar los pavimentos. En cuanto a la restauración del pavimento del atrio, se han eliminado las barreras arquitectónicas de acceso a la basílica con la creación de una rampa central bajo los porches de la planta baja, y en la sustitución de las piezas de mármol en mal estado o rotas. Además, fuera de las actuaciones subvencionadas por el convenio -que se firmó el 25 de noviembre de 2017-, se ha realizado la limpieza de los esgrafiados de las fachadas, la reparación de los balcones en mal estado y la recogida de las aguas pluviales de la cubierta con la colocación de bajantes de cobre. El coste total de la subvención ha sido de 450.000€. La ejecución de las obras fue adjudicada -en diciembre de 2017- a la empresa Urcotex.
El claustre neorrománico de Josep Puig Cadafalch
El claustro neorrománico del Monasterio es obra del arquitecto Josep Puig Cadafalch, que fue presidente de la Mancomunidad de Cataluña entre los años 1917 y 1924, y de quien, en el 2017, se conmemoraba el 150 aniversario de su nacimiento en Mataró y el centenario de su toma de posesión como presidente de la Mancomunidad. Este claustro, que fue construido en 1925, se encuentra situado en la parte interior del monasterio y no es visitable. Está formado por dos pisos de arcos de ladrillo sostenidos por columnas de piedra que sirve de comunicación entre diversas dependencias del monasterio. El piso inferior se comunica con el jardín y dispone de una fuente en la parte central. A lo largo de las paredes del claustro se hallan un conjunto de piezas arqueológicas y lapidarias importantes por su valor histórico y artístico, que van del siglo X al XVIII.
La reparación del pavimento del atrio.
El atrio de la Basílica de Santa María de Montserrat fue construido en el siglo XVIII por un ingeniero militar. Es de forma cuadrangular y está formado por tres alas que rodean la fachada del templo. Consta de una planta baja porticada con arcos de medio punto que contiene un porche y cuatro plantas con diferentes dependencias del Monasterio de Montserrat. Tiene unas aberturas con balcones que siguen el ritmo de las bóvedas de la planta baja.
Última actualització: 9 September 2019