Hoy, día 16 de diciembre, celebramos la festividad de: san José Manyanet, presbítero; de santa Adelaida, emperatriz; y del profeta Ageo.
San José Manyanet, presbítero
Hijo de Tremp (Pallars Jussà) en 1833, pertenecía a una familia humilde: el padre era campesino y la madre se encargaba del hogar. Con su trabajo se pagó los estudios cursando la formación eclesiástica en los seminarios de Lérida y La Seu d’Urgell. Fue ordenado sacerdote en 1859, desempeñando diversas tareas en la diócesis de Urgell, al servicio de la gran familia diocesana.
El objetivo apostólico de nuestro santo era configurar las familias según el modelo de Nazaret. Así, se convirtió en fundador de los institutos de los Hijos de la Sagrada Familia y de las Misioneras Hijas de la Santa Familia de Nazaret, ambas congregaciones hoy extendidas por todo el mundo, con el objetivo de promover la formación cristiana de las familias, especialmente mediante la educación de niños y jóvenes: “educar a un joven es formar un futuro santo”. Autor de diversos escritos religiosos y pedagógicos, propagador de la devoción a la Sagrada Familia como modelo de familia cristiana y uno de los primeros inspiradores del templo gaudiniano: entró en contacto con el librero de Barcelona Josep M. Bocabella, quien compró los terrenos y comenzó a edificar la Sagrada Familia de Barcelona.
Murió en 1901 en el colegio Jesús, María y José, que él mismo había fundado, en el barrio de Sant Andreu de Palomar, rodeado de sus religiosos, a quienes dijo: “amad mucho, y que la Sagrada Familia sea siempre vuestro modelo y guía”. Fue elevado a los altares en 2004.
Santa Adelaida de Borgoña, emperatriz
Nacida en 931, fue esposa de Lotario II de Lotaringia y, enviudando, de Otón I, emperador germánico, madre de Otón II, a quien educó. Posteriormente, fue regente del Sacro Imperio durante la minoría de edad de su nieto Otón III. Favoreció la expansión del monaquismo cluniacense, que en aquel tiempo era el centro del movimiento de reforma eclesiástica. Se distinguió por mostrar hacia sus familiares una gran alegría, una infatigable piedad hacia los pueblos y una destacada labor en la fundación de monasterios y construcción de iglesias.
Aunque nunca llegó a profesar como religiosa, pasó el resto de sus días en oración retirada en el monasterio de Selz, que ella misma había fundado: “el corazón que sirve a Dios con humildad es más rico que el imperio más grande”. Allí encontró al Señor el 16 de diciembre de 999. Se reconoce su dedicación a la Iglesia durante la baja Edad Media y en la construcción de la cultura-religión de la Europa occidental. Fue canonizada en 1097.
San Ageo, profeta del Antiguo Testamento
Es uno de los profetas menores de la Biblia hebrea; su actividad puede situarse en el siglo VI a.C., poco después del regreso del exilio de Babilonia. Es el supuesto autor del breve libro homónimo de solo dos capítulos, si bien la redacción final es claramente posterior.
Su mensaje es un llamado urgente al pueblo de Judá para que ponga a Dios en el centro de su vida y retome la reconstrucción del Templo que había quedado abandonada tras el regreso del exilio. Los anima diciendo que la presencia renovada de Dios en su Templo reconstruido traerá un nuevo tiempo de paz y bendición.