Hoy, día 12 de noviembre, celebramos la festividad de san Josafat, obispo y mártir; san Teodoro Estudita, abad; y san Emiliano de la Cogolla, presbítero.
San Josafat Kuncewicz, obispo y mártir
Nació en una familia ortodoxa hacia el año 1580. En 1604 ingresó como monje en un monasterio de Vilna (Lituania), perteneciente a las comunidades ortodoxas que habían decidido unirse a Roma. Llegó a ser arzobispo de Pólozk y trabajó incansablemente por la unión de los ortodoxos con la Iglesia romana, en medio de grandes tensiones y conflictos. Su celo apostólico le granjeó numerosos enemigos, y murió asesinado por un grupo de ortodoxos exaltados durante una visita pastoral en 1623, en Vítebsk (actual Bielorrusia).
Sus restos, después de muchas vicisitudes, se veneran desde 1949 en la basílica de San Pedro del Vaticano.
San Teodoro Estudita, abad
Fue abad del monasterio bizantino del Stúdion, que convirtió en un centro de sabiduría, santidad y, en tiempos de persecución, de mártires por la fe. Defensor ardiente de las santas imágenes durante la controversia iconoclasta, sufrió varias reclusiones y tres destierros por oponerse al adulterio del emperador Constantino VI y por mantenerse fiel a la doctrina ortodoxa.
Tuvo una profunda veneración por las tradiciones de los Padres de la Iglesia y escribió diversos tratados sobre la fe católica. Murió en Constantinopla en el año 826 mientras celebraba la misa. Aunque en el martirologio romano su memoria se conmemora el 11 de noviembre, los benedictinos y cistercienses la celebran el 12.
San Emiliano de la Cogolla (Millán), presbítero
Nació en el año 473 en Berceo, La Rioja, hijo de un pastor, y él mismo lo fue hasta los veinte años. Entonces abrazó la vida eremítica y clerical en las montañas riojanas. Más tarde se unió a la vida monástica y alcanzó gran fama por su generosidad con los pobres y por el don de profecía.
Murió en el año 574 en el monasterio de San Millán de Suso, que lleva su nombre.

