Hoy, día 26 de septiembre, celebramos: la festividad de san Cosme y san Damián, mártires; y de san Nilo, abad.
Santos Cosme y Damián, mártires
La tradición presenta a Cosme y Damián como dos hermanos cristianos nacidos en el siglo III, originarios de Arabia, que se establecieron en las costas de Siria y Anatolia para ejercer la profesión de médicos. Al parecer, nunca cobraban por sus servicios. Esta característica probablemente los hizo muy populares y podría explicar la inmediata e intensa devoción que suscitaron en toda la cristiandad.
La Legenda Aurea de su martirio narra cómo fueron arrojados al fuego, del que salieron ilesos; lapidados, pero las piedras rebotaban; y las flechas hirieron a sus verdugos. Finalmente, fueron decapitados. Se desconoce la fecha exacta de su martirio, pero se sabe que ocurrió durante el reinado de Diocleciano (284–305), en Cir, Siria.
El culto a estos santos se extendió rápidamente por todo el mundo cristiano en el siglo IV. En Roma se les dedicó una basílica en el siglo VI, decorada con un notable mosaico que todavía hoy puede admirarse.
San Nilo de Rossano, abad
Nacido en Rossano en el año 910, en una familia griega de Calabria, fue bautizado con el nombre de Nicolás y tomó el nombre de Nilo al profesar como monje. Se dedicó a la vida contemplativa, a la caridad y a copiar códices que había adquirido. Años después, sentó las bases de una orden monástica de rito bizantino, con la esperanza de contribuir a la reunificación de las Iglesias de Oriente y Occidente.
Fundó numerosos monasterios de rito bizantino, entre ellos el de Grottaferrata. Falleció en el Señor el 26 de septiembre del año 1004.