Hoy, día 24 de septiembre, celebramos: la festividad de la Virgen de la Merced y la de san Gerardo, obispo.
La Virgen de la Merced
Hoy es la fiesta de la Merced, advocación mariana originaria de Barcelona y vinculada a la fundación de la orden de la Merced (mercedarios). Según la tradición, la Virgen de la Merced se apareció simultáneamente la noche del 2 de agosto de 1218 a san Pedro Nolasco, al jurista y consejero real san Ramón de Peñafort y al rey Jaime I, para encargarles la fundación de una orden dedicada a la redención de cautivos. La orden se fundó el 10 de agosto en la catedral de Barcelona en presencia del rey, y adoptaron como escudo la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona, junto a las cuatro barras de la corona catalano-aragonesa. Esta fue confirmada por el papa Gregorio IX en 1235.
Su carisma sigue siendo actual: todavía hay personas cautivas en las prisiones, encadenadas por las drogas o por corazones endurecidos, incapaces de amar.
Su advocación está documentada hacia 1230, y se le dedicó el primer templo a mediados del siglo XIII. La imagen actual es una talla gótica en madera del siglo XIV, probablemente obra de Pere Moragues. Fue nombrada patrona de Barcelona por un voto del Consell de Cent en 1687, en agradecimiento por su ayuda frente a las pestes, la sequía y especialmente una plaga de langostas. Inocencio XII extendió su culto a toda la Iglesia. Fue coronada canónicamente en 1888 durante la Exposición Universal.
San Gerardo, obispo
Nació en el año 980, de origen lombardo, y fue un monje veneciano que, por su influencia y carácter justo, fue nombrado obispo de Csanád, en Hungría, en el año 1030. Fue fiel consejero de san Esteban, buen administrador eclesiástico y preceptor del hijo del rey de Hungría, el príncipe Emerico. Es recordado como una persona sabia y bondadosa. Murió mártir el 24 de septiembre del año 1046. En el año 1083, el rey Ladislao I de Hungría logró que el papa Gregorio VII canonizara a san Esteban, san Emerico y san Gerardo.