Scroll Top

19 de agosto 2025 San Juan Eudes, san Magín, san Bernardo Tolomei y Ezequiel Moreno Díaz

Hoy, día 19 de agosto, celebramos la festividad de los santos: Juan Eudes, presbítero; Magín, mártir; Bernardo Tolomei, abad; y Ezequiel Moreno, obispo.

San Juan Eudes, presbítero

Nacido en Ri (Francia) en 1601, se inscribe en las corrientes renovadoras de la Iglesia de Francia, en tiempos en que cobraba fuerza la moral rigurosa y opresiva del jansenismo. Predicador de misiones populares, promovió sobre todo la renovación del clero mediante la fundación de seminarios, y creó también una congregación para la rehabilitación de prostitutas: la Orden de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio. En reacción contra el jansenismo, predicó la devoción a la humanidad de Jesús y se convirtió en el principal propagador de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María, con la fundación de la Congregación de Jesús y María, sociedad de vida apostólica destinada especialmente a la dirección de seminarios y misiones parroquiales. Murió en Caen el 19 de agosto de 1680. Fue canonizado en 1925.

San Magín, mártir

Es un mártir de gran devoción popular. Según una tradición tardía, habría vivido durante treinta años como ermitaño en la sierra de la Brufaganya, al noroeste de Tarragona, en el siglo III. Murió alrededor del año 300, aunque su culto no se inició hasta el siglo XVI. Es patrono de la ciudad de Tarragona.

San Bernardo Tolomei, abad

Nacido en 1272, estudió Derecho hasta que en 1313 se retiró con dos compañeros a llevar vida eremítica en una propiedad suya, en la soledad del desierto de Accona, llamada posteriormente Monte Oliveto, núcleo de una futura congregación benedictina: Santa María del Monte Oliveto (olivetanos). En 1348 murió en Siena, víctima de la peste, mientras asistía a los monjes enfermos. Fue canonizado en 2009.

San Ezequiel Moreno Díaz, obispo

Nació en Alfaro (La Rioja) en 1848. Ingresó en los agustinos en Monteagudo (Navarra). Primero desarrolló su misión apostólica en Filipinas, donde fue ordenado en 1871 y aprendió tagalo para tener un mejor contacto con los naturales del país. Después, en 1888, fue destinado a Colombia: “ya hace tiempo que me parece que el Señor me llama a esta misión”. Allí vivió en la capital, Bogotá, y en el norte del país, donde llegó a ser obispo de Pinare y de Pasto, y fue designado Vicario Apostólico de Casanare, atendiendo a toda clase de necesitados y transmitiendo la fe en un Señor que nos ama. Enfermo de cáncer, regresó a Monteagudo en 1906, donde murió el 19 de agosto del mismo año. Fue canonizado en 1992.

Dejar un comentario

Debes iniciar sesión para publicar un comentario.