Hoy, día 30 de julio, celebramos la festividad de san Pedro Crisólogo, obispo y doctor; y de los santos mártires Abdon y Senén.
San Pedro Crisólogo, obispo y doctor
Nació hacia el año 380 en Imola, en la actual Italia, y alrededor del año 430 fue elegido obispo metropolitano de Rávena, por entonces ciudad de residencia de los emperadores y competidora de Milán y Roma. Amigo y consejero de la emperatriz regente Gala Placidia, fue un buen obispo y un reconocido predicador, especialmente sobre la Encarnación del Señor. Sus textos, muchos de los cuales se han conservado, tienen una gran calidad y belleza, lo que avala su reconocimiento como Doctor de la Iglesia, y que en la Edad Media se le añadiera el sobrenombre de Crisólogo, que en griego significa “palabra de oro”.
Santos Abdon y Senén, mártires
Conocidos en nuestras tierras también como san Nin y san Non, son dos mártires de la persecución de Decio, muertos en Roma hacia el año 250 por su fidelidad al Evangelio. Una tradición muy antigua, la Passio Vetus del siglo IV, los considera dos hermanos, príncipes persas cristianos, capturados y llevados a Roma: allí fueron encarcelados, decapitados y descuartizados. Algunas de sus reliquias fueron trasladadas al monasterio de Arlés de Tec, en el Vallespir, y con el impulso de los centros monásticos, grandes propietarios rurales, se propició la extensión de su devoción en Cataluña y en la Corona de Aragón, especialmente como abogados del campesinado: “los gloriosos mártires y reales príncipes Abdon y Senén, abogados de los labradores contra el pedrisco y la tormenta”.