Hoy, día 24 de junio, celebramos la festividad de:
El nacimiento de san Juan Bautista
En esta fecha, fijada en relación con la Navidad y la Anunciación, se celebra el nacimiento del Precursor. Cuando María, que ya llevaba a Jesús en su vientre, visitó a su prima Isabel, la criatura que esta llevaba en el seno saltó de alegría. Esa criatura era Juan, el profeta del desierto, el que preparó los caminos del Señor y lo precedió en el testimonio de la verdad.
Allí, en el río Jordán, se reúne un gran número de personas que buscan esa conversión que él representa mediante el rito del bautismo. La fama del profeta creció hasta el punto de que muchos se preguntaban si no sería él el Mesías. Hombre austero y totalmente entregado a su rectitud como auténtico profeta, Juan dio testimonio de la verdad sin concesiones. Denunció las transgresiones a los mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas de estas eran poderosos. Así, pagó con su vida la acusación de adulterio contra Herodes. Juan fue arrestado, encarcelado y ejecutado, sellando con el martirio su servicio a Cristo. El mismo Jesucristo lo definió como: “entre los nacidos de mujer, no ha surgido nadie mayor” (Mt 11,11).
Normalmente, de los santos se celebra solo el día de su muerte, pero de dos se celebra también el nacimiento: el de María, la Madre de Dios, y el de san Juan Bautista. En este último caso, porque en este hecho el evangelio de Lucas ya ve presente la alegría de la salvación. Esta fiesta, tan popular en nuestra tierra, se remonta al siglo IV. Es patrón de las diócesis de Lérida, Vich y de Perpiñán-Elna. Se trata de uno de los santos más representados en el arte de todos los siglos, y la mayoría de los baptisterios lo tienen representado. El 29 de agosto se celebra la fiesta de su martirio, también muy antigua.