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21 marzo 2025 festividad del beato Serapió y santa Fabiola

Hoy, día 21 de marzo, celebramos la festividad del beato Serapión, abad, y de santa Fabiola.

Beato Serapión, abad

Serapión estudió en su juventud en la escuela catequética de Alejandría a comienzos del siglo IV y poco después se retiró al desierto como discípulo de san Antonio, abad. Llegó a ser abad de una comunidad monástica y posteriormente fue nombrado obispo de Thmuis, ciudad situada en el delta del Nilo. Encabezó una delegación de obispos para defender a san Atanasio de los arrianos ante el emperador Constancio II, lo que le llevó al exilio. Es conocido principalmente por sus escritos teológicos, en los que combatió las controversias arrianas, gnósticas y apolinaristas. Se conserva un eucologio con su nombre, un valioso testimonio de los textos litúrgicos de la tradición alejandrina griega usados en Egipto en su época. Falleció alrededor del año 370.

San Basilio le otorgó el título de “Columna de la verdad”, san Atanasio lo llamaba “Santa llama de los egipcios”, Evagrio lo saludaba como el “Ángel de la iglesia de Thmuis”, y san Jerónimo, de quien fue confesor, elogió su inteligencia y conocimiento.

Santa Fabiola de Roma, viuda

Fabiola nació en Roma en el seno de una ilustre familia del Imperio Romano, la gens Fabia, en el siglo IV. Tras divorciarse de su primer marido, volvió a casarse y entró en el círculo de seguidoras de san Jerónimo, dedicando su vida al servicio de los pobres. En el año 390, tras enviudar de su segundo esposo, fundó en Ostia, el puerto de Roma, lo que posiblemente fue el primer hospital de Italia, donde los pobres recibían tratamiento gratuito. Dedicó el resto de su vida al cuidado de los enfermos. Fabiola es la patrona de los matrimonios difíciles y de las víctimas de abusos o infidelidades.

Refiriéndose a ella, san Jerónimo escribió: “Ha sido la primera en construir un hospital para acoger a todos los enfermos que encontraba en las calles: narices corroídas, ojos vacíos, pies y manos secas, vientres hinchados, piernas esqueléticas, carnes corrompidas con un enjambre de gusanos… Muchas veces, ella misma ha cargado enfermos de lepra, les daba de comer y hacía beber a aquellos cadáveres vivientes una taza de caldo…”.

Última actualització: 21 marzo 2025