Mediante el profeta Joel, Dios nos envía un mensaje bien claro: «Ahora, convertíos a mí con todo vuestro corazón… Desgarraos el corazón, ¡y no los vestidos!». Hoy que empezamos la Cuaresma, es la hora de ir al fondo de nuestra vida, del corazón, como nos dice la lectura, y no quedarnos en aspectos más supérfluos, como pueden ser los vestidos. La llamada que se nos hace no es para aparentar, sinó para transformar nuestra vida. Según tu punto de vista, ¿en qué debe consistir convertir el corazón y qué sería desgarrar sólo los vestidos?
Señor, que estos días sepa abrir mi corazón a Tu corazón.
Última actualització: 5 marzo 2025