Hoy, día 13 de enero, celebramos la festividad de san Hilario, obispo y doctor.
Las fuentes antiguas dicen que Hilario, nació en Poitiers, Francia, probablemente hacia el año 310. De familia acomodada, recibió una formación literaria, que puede reconocerse con claridad en sus escritos. Bautizado hacia 345, es elegido obispo de su ciudad natal Poitiers, hacia el 350. En los años sucesivos escribió su primera obra titulada, Comentario en el evangelio de Mateo. Se trata del comentario más antiguo en latín, que nos ha llegado de ese evangelio.
El exilio de cuatro años en Oriente, le dio ocasión para adentrarse en la cuestión trinitaria. Hilari entró en contacto con un contexto religioso, totalmente dominado por el arrianismo, mostrando siempre un espíritu conciliador. Sus comentarios exegéticos y otros escritos circunstanciales le convirtieron, sin que tuviera vocación, en escritor y teólogo. A principios de 360, pudo finalmente regresar del exilio a su patria, e inmediatamente reemprendió la actividad pastoral en su iglesia, pero el influjo de su magisterio, se extendió de hecho mucho más allá de los confines de esta.
En los últimos años de su vida compuso los Tratados sobre los salmos, un comentario a 58 salmos. En varias ocasiones se encontró y acogió a san Martín, el futuro obispo de Tours, lo que favoreció al monaquismo en las Galias. Murió en 367. Es doctor de la Iglesia Universal desde 1851.