Hoy, 12 de diciembre, celebramos la festividad de: los santos Epímaco y Alejandro, mártires; y Nuestra Señora de Guadalupe, en México.
Epímaco y Alejandro, mártires en Alejandría, murieron ejecutados tras un largo cautiverio durante la persecución de Decio, por defender su fe en Cristo y negarse a ofrecer sacrificios al emperador. Junto a ellos fueron martirizadas Amonarión, Mercuria, Dionisia y otros cristianos.
Sobre Nuestra Señora de Guadalupe, recordamos que diez años después de la llegada de los españoles a México, un indígena náhuatl, Juan Diego, recibió el 9 de diciembre de 1531 la aparición de la Virgen María en el cerro de Tepeyac, donde anteriormente se veneraba a la diosa Tonantzin. Juan Diego comunicó lo ocurrido al obispo Zumárraga, defensor de los indígenas, y este lo atendió durante varios días, movido por la repetición de las apariciones. El 12 de diciembre, al desplegar su manto o “tilma”, apareció grabada en él la imagen de María con rasgos indígenas. Esta advocación sería conocida como Nuestra Señora de Guadalupe, nombre que podría ser una castellanización (influida por la advocación extremeña) del término indígena Coautlalapan.