Hoy la liturgia nos invita a empezar una nueva etapa en nuestra relación con Dios. El profeta Jeremías nos ha dicho: «haré nacer a David un vástago que se comportará con justicia y bondad». El nuevo vástago es para nosotros el propio Jesús y nos anuncia su actitud fundamental: la justicia y la bondad. Para Dios, justicia y bondad siempre irán juntas. ¿Tú tienes esta visión de Dios?
Señor, enséñame como implantas la justicia y la bondad.