Hoy, día 14 de octubre, celebramos la festividad de: san Calixto I, papa y mártir; y la de san Juan Ogilvie, presbítero y mártir.
Siendo Calixto, diácono de la Iglesia de Roma, estable en la Vía Appia, el cementerio que todavía lleva su nombre, se convirtió en papa en el 217, gobernó la iglesia romana durante cinco años, y en ese tiempo, se hubo enfrentarse a disputas teológicas y morales. Se muestra firme en la defensa de la fe, frente a los adopcionistas y modalistas, pero suaviza las reglas de admisión de los catecúmenos, y las de perdón de los apóstatas. Según la tradición murió mártir.
Juan Ogilvie, nació de familia noble en 1579, en Escocia. Hijo de padre católico, convertido al calvinismo y madre católica, fue enviado a estudiar al continente. Convertido al catolicismo con la ayuda del padre Corneli von Steem, realizó estudios en las universidades de Lovaina y Graz. Más adelante estudió teología en Olmutz. En 1599, hacía su ingreso en la Compañía de Jesús, y recibe la ordenación sacerdotal en París en 1610. Regresado a su patria, después de un breve apostolado, fue encarcelado a traición y torturado hasta morir, por su condición de sacerdote, en Glasgow en 1615. Fue canonizado en 1976.