Hoy, día 10 de octubre, celebramos la festividad de: san Tomás de Villanueva, obispo; y de san Daniel Comboni, misionero y obispo.
Tomás de Villanueva, es conocido con el nombre del pueblo donde vivían sus padres, Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, si bien él nació en Fuenllana, en 1486. A los treinta años se trasladó a Salamanca, para ingresar a los agustinianos, con los cuales ejerció diversas responsabilidades. Profesor en la universidad de Alcalá de Henares, fue elegido en 1544 arzobispo de Valencia, cargo que aceptó sólo, por orden del superior de los agustinos, ejerciendo este ministerio con gran dedicación. Allí, se distinguió por su santidad, por las obras de caridad y por su preocupación por la formación del clero. Dejó numerosos sermones y otros escritos pastorales. Repuso en la paz de Cristo, en 1555. Fue canonizado en 1658.
Daniel Comboni, es uno de los grandes personajes del movimiento misionero del siglo XIX. Nacido en 1831 junto a Brescia, en el norte de Italia, es de los primeros que penetró en el interior del continente africano, para anunciar el evangelio, y el primer obispo efectivo del África central. Luchó contra la política occidental de explotación colonial, y contra la esclavitud de los negros, que los mercaderes árabes promovían, al tiempo que reclamó el derecho de los africanos, a ser protagonistas reales de su historia. Llevar a cabo, la fundación de varios institutos misioneros, conocidos actualmente como “combonianos”. Murió en Khartum, Sudán, el 10 de octubre de 1881. Fue canonizado en 2003.