Hoy el libro de los Números nos describe cómo el Espíritu se posó sobre setenta ancianos en una ceremonia pública; dos de ellos, sin embargo, no estaban allí en esos momentos, pero también recibieron el Espíritu. Pero hubo quien eso no lo podía tolerar y quería impedir que ejercieran de profetas. La respuesta de Moisés es muy clara: «¿Es que estás tú celoso por mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor recibiera el espíritu del Señor y profetizará!». ¿Estás celoso por el protagonismo que tiene alguien de tu comunidad cristiana, cuando consideras que no está suficientemente preparado? Mira tu corazón y tus sentimientos, ¿qué es en concreto lo que te molesta?
Señor, por encima de todo, de mis sentimientos estás tú, pero que siempre lo sepa vivir con alegría.