Hoy, día 27 de septiembre, celebramos: la festividad de san Vicente de Paúl, presbítero; de santa Judit; y de las beatas: Hermanas Fradera, vírgenes y mártires.
En la Francia del siglo XVII, Vicenç de Paúl dio un nuevo rostro a la iglesia con su trabajo por la dignificación del clero, el compromiso hacia los pobres, y la religiosidad cercana al corazón de la gente sencilla. De familia campesina, nació el 25 de abril de 1581 en Pouy, al suroeste de Francia. Ordenado presbítero, entra en contacto con eclesiásticos como Pedro de Bérulle y Francisco de Sales, y se siente tocado por la pobreza que está presente en todas partes, y por la poca ejemplaridad del clero. Junto con Lluïsa de Marillac, le ayudaron a desplegar sus dotes de organizador, al servicio de los pobres de todo tipo, para los que fundó cuatro corporaciones religiosas destacando entre ellas: la Congregación de la Misión de presbíteros, y, la de las Hijas de la Caridad, de monjas. Su piedad y buen humor contribuyeron a difundir su ideal recristianizador. Murió en París en 1660. Fue canonizado en 1737.
Judit, viuda virtuosa, protagonista del libro veterotestamentario tardío homónimo (siglo II a. C.). Con astucia, confiando en la sola fuerza de Dios, mató al general Holofernes, liberando así su ciudad de Betulia y salvando el Templo de Dios.
Las hermanas Fradera (Carme, Rosa i Magdalena), nacidas en Riudarenes entre los años 1895-1902, fueron tres hermanas de la congregación religiosa de las Misioneras del Corazón de María, dedicada a la asistencia a las necesidades y la educación de los jóvenes, y fallecidas en la persecución anticlerical de los inicios de la guerra civil española. Al estallar la guerra las tres hermanas recibieron la orden de dejar las comunidades e ir a la casa solariega de Riudarenes, donde fueron detenidas la madrugada del 27 de septiembre de 1936, y asesinadas el mismo día después de sufrir tortura, en el bosque de Els Hostalets , cerca de Lloret de Mar. Sebollidas en los cementerios de Riudarenes y Girona, desde 1974 los restos de las monjas, descansan en la Casa Madre de la congregación en Olot. Fueron beatificadas en 2007