Hoy, día 25 de septiembre, celebramos: la festividad de san Dalmau Moner, religioso; de san Nicolás de Flue, laico; la de santa Aurelia, mártir; y la Virgen de Misericordia, de Reus.
Dalmau Moner fue un fraile dominicano, nacido en 1291 en Santa Coloma de Farners. Hombre de vida contemplativa y con fama de santo, vivió amando la soledad y rehuyendo a quienes le seguían, atraídos por su santidad. Optó por retirarse primero en la Sainte-Baume, Provenza, y después en una cueva cerca de Girona. Muera en 1341.
En la época en que la Confederación Helvética (es decir, Suiza) empezaba a consolidarse, Nicolás de Flue, fue un punto de referencia moral de la nación que nacía. Nacido en 1417, campesino casado con diez hijos, intervino en la vida política y militar de su esquina y, a 50 años, con consentimiento de su esposa, lo dejó todo para seguir los consejos evangélicos. Se retiró a una ermita, donde se dedicó a la oración y ascética. Por la sabiduría y la oración, obtuvo la unidad y la independencia de las esquinas suizas. Desde allí se convirtió en consejero de los dirigentes de su país, y promotor de la resolución de los conflictos, mediante el diálogo y el espíritu misericordioso. Murió en 1487.
Aurelia fue una mártir del siglo XI d. Que, junto a su hermana Neomisia, repartieron todos sus bienes a los pobres. De regreso de un viaje a Jerusalén, y tras visitar en Roma el sepulcro de los apóstoles, camino hacia Asia, estuvieron capturadas por los sarracenos de Capua, que las martirizaron por no apostatar de su fe. Libradas milagrosamente fueron conducidas al territorio de Anagni, Italia, y alojadas en casa de un servidor de Dios, hasta la muerte.
La veneración reusense hacia la Virgen María parece ser bastante antigua. El origen de la advocación a la Virgen de Misericordia (advocación mariana documentada a partir del siglo XIII), se inició justamente, en la celebración del recuerdo legendario de la aparición de la Virgen María, en la pastorcilla Isabel Besora, en 1592, coincidiendo con el milagroso cese del cólera, que hacía estragos en la población y con la construcción del santuario. En 1904 se realiza la solemne Coronación, de la Virgen de Misericordia, que se renueva cada 25 años.