Hay que tener este principio claro: «Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo». Las mentalidades, las culturas y los niveles sociales pueden ser contradictorios, pero para el creyente el bautismo nos une porque «todos hemos bebido de un solo Espíritu». ¿Cuáles son las causas que hacen que, a veces, sea tan difícil vivir unidos?
Señor, que siempre esté atento a tu Espíritu.