«Si uno dice «yo soy de Pablo» y otro, «yo de Apolo», ¿no os comportáis al modo humano?». Este es uno de los problemas con los que a menudo se encuentra una comunidad cristiana cuando uno se divide en partidarios de unos o de otros, cuando, como dice Pablo: «de modo que, ni el que planta es nada, ni tampoco el que riega; sino Dios, que hace crecer» En el lugar donde estoy, ¿me he hecho persona de tal o de tal otro, es decir “partidista”?
Señor, que sepa ser siempre hombre de comunión y no de división.