Mientras los profetas Jeremías e Isaías recibían la palabra de Dios pasivamente, hoy Ezequías nos enseña un nuevo proceso, activo: el profeta se debe comer un rollo escrito. Es una forma de indicarnos la interiorización. Comer siempre significa pensar, digerir, meditar y, bien asimilado, transmitir lo que te ha sido alimento. ¿Qué haces para interiorizar tu fe?
Dame, Señor, inteligencia para comprenderte, voluntad para seguirte y valentía para hablar.