Jeremías llora los desastres que ve a su alrededor, como si Dios les hubiera abandonado. ¿Has experimentado alguna vez, frente a las desgracias que has visto o conocido, como si el Señor te hubiera abandonado? ¿Cómo has reaccionado?
Ora con el salmista: «Por el honor de tu nombre líbranos, Señor».