Otro consejo de Pedro: «creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo». Puede ser difícil la fortaleza si no nos entrenamos, como los atletas, en la paciencia; a menudo son dos virtudes que van de la mano. ¿Pero qué sentido tiene tener paciencia?
Señor, que no me canse de esperarte, tú que nunca te has cansado de esperarme.