Dios nos ha dado un tesoro: la libertad. Lo que hoy nos dice la carta de Santiago es que hay dos formas de entender la vida: la presuntuosa, en todo lo que haces y deshaces partes únicamente de ti mismo, y la otra es la que tienes en cuenta a Dios; así nos lo ha dicho: «Si el Señor quiere y estamos vivos, haremos esto o lo otro». ¿Tienes en cuenta al Dios que te da la libertad?
Señor, que en mis decisiones tenga siempre presente el deseo de tu amor.