Las palabras de Isaías nos hacen pensar en Jesús cuando dice: «Poco es que seas mi siervo, en orden a levantar las tribus de Jacob, y de hacer volver los preservados de Israel. Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra».
¿Te parece que sólo podemos decir… GRACIAS?