A través de Ezequiel, mira qué nos dice el Señor: «¿Acaso quiero yo la muerte del malvado -oráculo del Señor Dios-, y no que se convierta de su conducta y que viva?». Esta cuaresma nos prepararemos para vivir de verdad. ¿Qué hago para que sea cierto eso?
Señor, que en mi camino de la fe no me aparte de tus señalizaciones.