A través del gesto de partir el manto nuevo del profeta Elías en doce pedazos, el libro de los Reyes anuncia la partición de Israel: entramos pues en el anuncio de la decadencia del pueblo de Israel. Si miramos la historia, a menudo veremos que por diferentes causas se entra en decadencia, y lo ayer esplendoroso, hoy es decrépito. Y los hombres tenemos una tendencia a abandonar a quienes se van debilitando: ¿esa es la actitud correcta? ¿Qué hago para compadecerme de quienes se hunden poco a poco?
Señor, que mi corazón sea un cobijo para quienes, por diversas causas, están cada día más solos, más aislados.