Hoy, como en su día hizo Moisés, el Señor nos dice: «Suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en su boca, y les dirá todo lo que yo le mande». Mira a tu alrededor, ¿hay alguien que, cuando habla, con sus palabras nos recuerda la Palabra de Dios? ¿Podríamos llamarlo un profeta?
Señor, que sepamos escuchar, con buena voluntad, a quienes nos envías.