El libro de Esdras nos explica cómo acabaron las obras de reconstrucción del Templo y cómo lo celebraron. Nos viene a decir que todo el mundo colaboró; había ilusión y entusiasmo. Hoy, ¿en qué ponemos nosotros ilusión y entusiasmo?: ¿tiene que ver con las cosas de Dios?
Señor, que nuestro entusiasmo sea siempre el gozo de seguirte.