«Del Señor son los cielos, hasta el último cielo, la tierra y todo cuanto la habita. Mas solo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó, y de su descendencia os escogió a vosotros entre todos los pueblos, como sucede hoy». Moisés, con estas palabras, hace ver cómo el pueblo ha sido escogido. Nosotros también debemos tener bien presente que el Señor nos ha abrazado. ¿Cómo viviré hoy este íntimo abrazo de Dios?
Señor, muchísimas gracias por este gesto Tuyo, porque, bien mirado yo mismo veo que soy muy poca cosa.