He aquí las primeras palabras que, hoy, el profeta Isaías pone en boca del Señor: «Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco». De una manera casi idénticas las oiremos en el evangelio: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco». Bien mirado, no podíamos oír unas palabras más bellas y a la vez más comprometidas.
Y tú, ¿qué le dices a Jesús? Y tú, ¿qué dices de Jesús? ¿Y tu bautismo a que te compromete?