Cuando Jesús, hijo de Sira dice: «El Señor honra más al padre que a los hijos» y más adelante recuerda: «Hijo, cuida de tu padre en su vejez» nos recuerda un mandamiento que aún continúa vigente: Horrarás al padre y a la madre. ¿Qué haces para ponerlo en práctica? ¿Qué enseñas para que quienes te escuchan lo acojan como un deber?
Señor, que en nuestro hogar sea desterrado el sentimiento de desprecio por nadie, que, entre todos, no solamente nos respetamos, sino que aprendamos a honrarnos.