Los proverbios que hoy escucharemos parecen estar más pensados para los que tienen responsabilidades sobre otros, como los reyes; con todo, muchas de sus sentencias nos puede ir bien escucharlas y tenerlas en cuenta; por ejemplo: «Practicar el derecho y la justicia el Señor lo prefiere a los sacrificios», o lo que a continuación nos propone: «Ojos altivos, corazón ambicioso; faro de los malvados es el pecado». Si crees que estas sentencias son verdad, ¿cómo harás para interiorizarlas?
Señor, guíame por los caminos de los mandamientos.