La manera en que comienza el texto de hoy lo recordamos muy fácilmente: «¡Vanidad de vanidades, – dice Qohelet – . ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad!», parece que es la constatación de los que viven la vida como un profundo desengaño. Y posiblemente tenga razón si sus expectativas están fijadas en unos valores efímeros. ¿Qué es realmente importante en tu vida? Haz una lista de las 10 cosas más importantes y luego mira a Jesús y su Evangelio. ¿Qué piensas?
Señor, que mi vida acoja y sea el fruto de mis convicciones evangélicas.