El 9 de marzo se han cumplido 150 años de la creación de la Congregación Benedictina Sublacense-Cassinense, de la que forma parte el Monasterio de Montserrat. Actualmente, esta congregación, fundada el año 1872 por iniciativa del abad Francesco Casaretto y acogida por el Papa Pío IX, se ha convertido en el ente monástico más numeroso de la Iglesia católica, presente en los cinco continentes. La forman 64 monasterios, con 1.250 monjes, distribuidos en 24 países.
Su origen está en Italia, y originariamente se denominó Congregación de la Primitiva Observación. Nació de un movimiento de renovación de la vida de los monasterios, en un momento de debilidad. Montserrat, que pertenecía a la Congregación de Valladolid -que a raíz de la desamortización de Mendizábal quedó sin monasterios-, pudo continuar por el hecho de ser también Santuario. Por este motivo, el abad Miquel Muntadas introdujo al monasterio montserratense a esta embrionaria congregación, diez años antes de su fundación, en 1862.
El P. Josep M. Soler, abad emérito de Montserrat, es visitador de la Provincia Hispánica de la Congregación, con monasterios en la península Ibérica, en Canarias, en Colombia, en Puerto Rico y en Brasil. Su labor se centra en la supervisión de los monasterios; es la persona a quien recurren cuando un monasterio necesita algún tipo de asesoramiento o alguna dispensa de las constituciones. En total, la Congregación cuenta con nueve provincias y los nueve visitadores forman el consejo del abad presidente –el P. Guillermo Arboleda-, que se reúne dos veces al año. Este consejo es el órgano de gobierno de la Congregación cuando no está reunido el capítulo general.
La Congregación tiene tres objetivos fundamentales: promover y orientar de una forma común la vida monástica bajo la Regla de San Benito; ofrecer un conjunto de servicios a los diversos monasterios que forman parte; y mantener las relaciones con la Santa Sede. Desde el Concilio Vaticano II, la renovación monástica que llevó a su creación ha tenido otros aspectos y otras dimensiones.
Desde sus inicios, la Congregación ha destacado por la internacionalización, con la incorporación de monasterios de Australia (Nueva Nurcia), La Pierre-qui-Vire (Francia), Ramsgate (Reino Unido) y Montserrat, así como diversos monasterios italianos (Sacro Speco de Subiaco, el monasterio fundado por san Benito, Santa María de Piaglia y San Giorgio Maggiore de Venecia). En 2013 también se unió la Congregación Casinense, por lo que se cambió el nombre al actual de Congregación Sublacense-Casinense
La estructura actual incluye siete provincias (italiana, inglesa, flamenco-holandesa, hispánica, francesa, africana-malgache y vietnamita), así como una proto-provincia con los monasterios filipinos.
Actualmente, de una u otra manera, muchos de los monasterios de la Congregación viven una situación de fragilidad, sobre todo a causa de la disminución de las vocaciones y de la edad avanzada de muchos miembros de las comunidades, pero se mantiene la calidad de la vida de fe en todos ellos, de la vida de oración, de la vida fraterna, de la acogida. Esta realidad viva de estas comunidades permite a sus miembros continuar sirviendo al pueblo de Dios y a la sociedad.
Última actualització: 9 marzo 2022