La Basílica de Santa Maria de Montserrat acogerá el próximo domingo 20 de septiembre, a las 21h, el concierto que abre la temporada 2020-2021 del Gran Teatre del Liceu. Se trata del concierto extraordinario, que cuenta con la colaboración del Monasterio de Montserrat, titulado Del dolor a la esperanza, una ceremonia universal que conectará naturaleza, espiritualidad, arte y conciencia para enviar un mensaje de esperanza a la humanidad que tenemos que construir juntos. El acceso al acontecimiento será únicamente por invitación. Televisió de Catalunya (TV3) ofrecerá el concierto el próximo domingo 27 de septiembre, a las 10.10h.
El concierto será dirigido por el maestro Josep Pons y contará con las voces de la soprano Nadine Sierra, la mezzosoprano Elina Garanca, el tenor Xabier Anduaga, el bajo Tareq Nazmi, la Escolania de Montserrat, la Orquesta Sinfónica y el Coro del Gran Teatre del Liceu.
Un templo de espiritualidad enclavado en un espacio natural protegido com Montserrat y un templo de arte y música como el Liceu se han querido encontrar para dar sentido al complicado momento actual. Dos formas diferentes de llegar al alma que quieren convertir en algo positivo todo el dolor, la frustración y las incertidumbres vividas durante estos meses. “El dolor de aquellos que no están, pero con la esperanza que a partir de ahora la humanidad lo puede hacer mejor. Y no hemos podido encontrar mejor lugar para transmitir esta esperanza que la montaña de Montserrat y su abadía, donde la naturaleza, la sabiduría, el conocimiento, la espiritualidad y el arte se encuentran”, asegura el director musical Josep Pons. “En este momento de gran preocupación, Montserrat y el Liceu quieren expresar la confianza en los valores de la cultura para mirar adelante con ilusión. No nos tenemos que detener y, al inicio de una temporada en la que tenemos que seguir creciendo, afirmamos que la música y el arte son entornos seguros para sentirnos mejor”, añade el presidente del Liceu Salvador Alemany.
Por su parte, el P. Abad Josep Maria Soler ha recordado que “Montserrat ha sido desde hace siglos, y lo es todavía, una puerta abierta a la esperanza. La naturaleza y la espiritualidad se agermanan para ofrecer a todo el mundo un refugio en el camino de la vida. Y la imagen morena de María, con su mirada serena, nos transmite paz y nos infunde coraje. También en este concierto en el que Mozart pondrá voz y sonido al clamor de dolor para eu i so al clam de dolor per impregnarlo de esperanza”.
Este acto de reflexión y gratitud quiere dirigirse a todo el mundo, sea cual sea su postura espiritual. Es por éste motivo que será un lenguaje tan universal y potente como el arte, y más específicamente música, el que lleve la ceremonia y ayude a sobreponerse al trauma. Y lo hará con la transición desde las lágrimas del Réquiem de Mozart a la confianza en el hombre del último movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven, una expresión de este camino del dolor a la esperanza.
Dos de los artistas más relevantes del siglo XX también han querido formar parte de esta ceremonia. Por una lado, el atrio de la Basílica será el lienzo para dos piezas, Melina y Darrow, de uno de los artistas más incuestionables y que más ha trabajado la espiritualidad de forma visual, Bill Viola. Y, por el otro, la pieza que abrirá el concierto será el estreno de la adaptación de Virgencita, de uno de los más importantes compositores de nuestro tiempo, Arvo Pärt. Dos colaboraciones que ayudarán a transmitir este mensaje rehabilitador y transformador y a establecer un diálogo entre las artes como pretexto para reflejar el rol que juega el arte en la sociedad y en el mundo.
Última actualització: 17 septiembre 2020