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9 febrero 2025 Festividad de san Nicéforo de Antioquía, mártir; de san Miguel Febres Cordero, religioso; de santa Apolonia de Alejandría, mártir; y de la beata Ana Catalina Emmerick, religiosa.

Hoy, 9 de febrero, celebramos la festividad de san Nicéforo de Antioquía, mártir; de san Miguel Febres Cordero, religioso; de santa Apolonia de Alejandría, mártir; y de la beata Ana Catalina Emmerick, religiosa.

San Nicéforo, en Antioquía de Siria, en el siglo III, recibió la corona del martirio después de pedir morir en lugar de un sacerdote apóstata.

Miguel Febres Cordero, nacido en Cuenca, Ecuador, y hermano de La Salle desde 1868, trabajó incansablemente durante 39 años por la educación humana y cristiana de sus alumnos de Quito. Escribió numerosos libros y artículos relacionados tanto con la piedad como con la gramática. En un viaje a París en 1907, tuvo problemas graves de salud que aconsejaron enviarlo a Premiá de Mar, Barcelona, en busca de un mejor clima, y allí murió en 1910. Fue declarado santo por la Iglesia de Roma el 21 de octubre de 1984.

Santa Apolonia fue una mártir nacida en el siglo III en Alejandría. En una revuelta anticristiana durante el último año del imperio de Filipo el Árabe, en la que fueron saqueadas casas y murieron cientos de adeptos, entre ellos santa Apolonia. Dionisio, obispo de Alejandría, relata el sufrimiento de sus feligreses en una carta dirigida a Fabio, obispo de Antioquía. En Cataluña, la santa recibe culto en Serós y en Soses.

La beata Ana Catalina Emmerick, nacida en 1774 en una familia muy humilde y de sencilla piedad cristiana, fue una monja agustina canonesa, mística, estigmatizada y visionaria alemana. A los 28 años, después de estudiar música en la casa Stöntgen y trabajar como sirvienta, ingresó en el convento de las agustinas de Agnetemberg, Dülmen. Cuando Jerónimo Bonaparte, rey de Westfalia, cerró el convento en 1812, Ana Catalina pudo refugiarse en la casa familiar de su confesor. Allí, enfermos y pobres llegaban buscando ayuda, y según sus contemporáneos, ella sabía de sus enfermedades y necesidades. Murió un día como hoy, en 1824.