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9 de septiembre de 2025 San Pedro Claver, Nuestra Señora del Claustro, Nuestra Señora de Aránzazu y Beato Frédéric A. Ozanam

Hoy, día 9 de septiembre, celebramos la festividad del nacimiento de: San Pedro Claver, presbítero; de Nuestra Señora del Claustro; de Nuestra Señora de Aránzazu; y del Beato Frédéric A. Ozanam, laico.

San Pedro Claver, presbítero

Nació en Verdú (Urgell) en 1580. A los 22 años era novicio en la Compañía de Jesús en Tarragona. Y será en Cartagena de Indias donde se ordenó sacerdote en 1616. Hizo voto de ser él mismo “siempre esclavo de los etíopes” (todos los negros eran considerados entonces etíopes), es decir, esclavo de los africanos que eran llevados a América en condiciones infrahumanas.

Un compañero jesuita del santo escribía:
“Llegan extremadamente hacinados, sucios y maltratados, según me certifican los mismos que los traen, pues los venden de seis en seis sujetos con argollas en el cuello, en cadenas muy largas. Además, llevan grilletes en los pies de dos en dos, de modo que cabeza y pies van aprisionados bajo la cubierta; quedan encerrados por fuera y no ven ni el sol ni la luna. No hay ningún español que se atreva a asomarse por la escotilla sin marearse, ni quedarse allí ni una hora para no arriesgarse a contraer alguna grave enfermedad. Tal es el hedor, el hacinamiento y la miseria de aquel lugar. (…) Llegan convertidos en esqueletos, los sacan a tierra con la carne viva, los colocan en un gran patio o corral; mucha gente va a verlos, unos movidos por la codicia, otros por la curiosidad y otros por compasión, entre los cuales están los de la Compañía de Jesús”.

Durante más de cuarenta años sirvió con gran dedicación y caridad a estos hermanos en Colombia, predicándoles el evangelio de Jesús, “no con la lengua, sino con las manos y las obras”. Bautizó con sus propias manos a casi trescientos mil. A causa de su incansable labor, y en el contexto esclavista de la época, fue acusado de “celo imprudente” y de haber profanado los sacramentos al impartirlos a criaturas que apenas se consideraban con alma. Fue tan fiel en su apostolado que, muy apropiadamente, León XIII lo proclamó patrón de las misiones entre los pueblos negros. Murió en Cartagena de Indias en 1654 y fue canonizado en 1888.

Nuestra Señora del Claustro

Solsona venera desde hace siglos una bella imagen románica de piedra de finales del siglo XII, de María con el Niño, que lleva el nombre de Nuestra Señora del Claustro. Esta advocación mariana, tan popular en Solsona, proviene de la leyenda de que la imagen habría sido descubierta por un niño en el siglo XIII en el pozo del claustro de la catedral, donde había sido escondida por el peligro iconoclasta de los albigenses.

Nuestra Señora de Aránzazu

Según la tradición, la Virgen se apareció sobre un espino cerca de la villa de Oñate al pastor Rodrigo de Baizategui en 1468, y este, sorprendido, le preguntó: “¿Arantzan zu?” (¿Tú, en un espino?). Y allí, en medio de un paraje de gran belleza, se venera su imagen, una talla de finales del siglo XIII que fue salvada de un incendio en el año 1834. Su santuario es lugar de peregrinaciones y mantiene vivo el calor de la lengua y la cultura vascas. Es uno de los grandes puntos de referencia religiosos del País Vasco y patrona de Guipúzcoa.

Beato Frédéric A. Ozanam, laico

Hijo de un oficial de Napoleón, nació en 1813 en Milán. Fue un laico y político católico francés de fe viva y profunda. Profesor en la Sorbona, escritor y apologista, sentó las bases del nuevo pensamiento social defendiendo la justicia en las relaciones laborales y humanas. Con un grupo de amigos inició actividades en defensa de la fe y de la Iglesia, hasta que descubrió que, sin una acción social seria, la fe no resultaba creíble. De ahí nacieron las “Conferencias de San Vicente de Paúl”, inspiradas en la labor que San Vicente había realizado dos siglos antes. Murió en Marsella en 1853 y fue beatificado en 1997.

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