Hoy, día 8 de diciembre, celebramos la festividad de: la Inmaculada Concepción de Santa María, Virgen; y la reina Ester, del Antiguo Testamento.
La Inmaculada Concepción de Santa María
Hoy celebramos una de las fiestas más bellas y populares de la bienaventurada Madre de Dios. Desde el primer instante de su vida, Santa María fue preservada de todo pecado por una gracia que proviene de los méritos de la muerte y resurrección de su Hijo. Su santidad le viene completamente de Cristo, con el propósito de ejercer su maternidad divina. Contemplando a nuestra Madre Inmaculada, también reconocemos nuestro verdadero destino: ser transformados por el Amor de Dios.
Esta festividad tiene orígenes antiguos: ya en el siglo VII, la Iglesia bizantina la celebraba el 8 o 9 de diciembre. A partir del siglo VIII, los monjes fueron extendiendo la celebración a Occidente, y en 1474 se aprobó su celebración litúrgica y universal. El 8 de diciembre de 1854 fue definida como verdad dogmática, recibida de la antigua tradición. Es patrona de España y de varios países de Latinoamérica, y abogada de los farmacéuticos. En el arte y la iconografía se la representa joven, vestida de blanco y azul, pisando la serpiente y rodeada de estrellas, tal como indica el capítulo 12 del Apocalipsis.
Santa Ester, reina, del Antiguo Testamento
El significado de su nombre proviene del mundo bíblico de origen asirio-babilónico y significa “astro”. Un Targum de la tradición hebrea la describe como la más bella “estrella de la noche”. Heroína judía y personaje principal del libro bíblico que lleva su nombre, escrito probablemente por un judío persa hacia el siglo II a.C. Era hija de Abigail y sobrina de Mardoqueo, de la tribu de Benjamín, una de las tribus que constituían el Reino de Judá. Casada con el rey persa Asuero (Jerjes I), logró salvar la vida de sus correligionarios y frustrar los planes de exterminio del primer ministro Amán, logrando que la voluntad real se volviera contra los perseguidores de los judíos. Estos hechos, de escasa verosimilitud histórica, parecen ser el origen de la festividad judía de Purim, que celebra su valentía y la salvación del pueblo judío.
En el catálogo de santos de la Iglesia católica (martirologio) no figura la reina Ester, aunque sí aparece en algunos martirologios antiguos. En la Iglesia griega y copta se conmemora en diciembre junto con todos los padres del Antiguo Testamento. Entre nosotros, existen varias tradiciones: el 24 de mayo, el 1 de julio o el 8 de diciembre.

