Ramón, nacido en el castillo de Peñafort (Penedés) hacia el año 1175, era descendiente de nobles catalanes. En 1204 era clérigo y escribano de la catedral de Barcelona. Estudió cánones en la universidad de Bolonia, donde también ejerció como profesor. Tras doctorarse allí, escribió la Summa Iuris, un manual escolástico de gran difusión en la Edad Media. De vuelta en Barcelona, fue canónigo y paborde de la catedral, pero renunció muy pronto a estos cargos para ingresar en la orden de santo Domingo, congregación que conoció en Bolonia.
Después de unos años de silencio documental, que dedicó al estudio y a la redacción de algunos tratados, escribió la regla penitencial conocida como Summa Casuum, una obra importante porque, por primera vez, el derecho civil se veía subordinado al derecho eclesiástico. Más tarde, fue llamado a Roma por el papa Gregorio IX, quien lo nombró penitenciario papal y confesor, confiándole la compilación de las Decretales de Gregorio IX.
Fue el tercer general de la orden y se interesó por la conversión de judíos y musulmanes. También ejerció como confesor del rey Jaime I y fue consejero apreciado tanto por personas influyentes como por gente sencilla. Murió en Barcelona, casi centenario, el día de Reyes de 1275. Sus restos, antes venerados en el convento de Santa Catalina, fueron trasladados a la catedral en 1838 y a la capilla actual en 1879.