Pablo se sorprende que los gálatas se aparten tan pronto de Dios: «… y os hayáis pasado a otro evangelio». Pero, propiamente, él matiza: «No es que haya otro evangelio; lo que pasa es que algunos os están turbando y quieren deformar el Evangelio de Cristo». ¿Qué es esencial en el evangelio y nadie puede cambiar?
Señor, aunque me cueste, quiero serte fiel.